Leopoldo Alas, Clarín
Leopoldo Alas, Clarín nació en Zamora y pasó su infancia en León y Guadalajara debido al cargo de gobernador civil que por entonces desempeñaba su padre. El bachillerato lo estudió en Oviedo (Asturias) y después marchó a Madrid a estudiar Derecho, y allí entró en contacto con la vida literaria y artística. Se sintió inclinado por el krausismo que conoció por Francisco Giner de los Ríos y empezó a escribir para diversas revistas. Una vez doctorado obtuvo la cátedra de Derecho Canónigo en Oviedo en 1883 adonde regresó de nuevo y ya permaneció allí hasta su muerte
Clarín es un intelectual preocupado por conjugar el idealismo con la filosofía positivista y la búsqueda del sentido metafísico o religioso de la vida. Es un gran analista, un perfeccionista que persigue el detalle y entiende la literatura como un trabajo constante y minucioso de gran contenido ético; su método es la prospección positivista propia del realismo y del naturalismo. Chocó con su época por su mordacidad, por sus críticas literarias despiadadas, producto de su misión docente: pretendía elevar el nivel cultural de su país y por lo tanto censuraba el mal gusto y la vulgaridad. Entre sus grandes obras críticas figuran los Solos de Clarín (1881) y Galdós (1912), la obra sobre el otro gran novelista del siglo XIX y que todavía se considera un libro fundamental sobre la obra galdosiana. Escribió también cuentos y dos grandes novelas, La regenta y Su único hijo (1890), en las que plantea el tema del adulterio.